En el sotocoro de la iglesia se venera la imagen del Santo Cristo del Buen Alumbramiento. Se trata de un Crucificado gótico, del siglo XIV, de altísimo valor histórico y artístico y de mucha importancia en la vida devocional de la Parroquia y de la ciudad en los siglos precedentes. La imagen del Santo Cristo sigue las líneas que marca el estilo gótico. Está crucificado por medio de tres clavos, lleva un paño de pureza que se acorta, dejando ver una de sus rodillas, posee ya una cierta configuración muscular e inclina la cabeza como signo evidente de su muerte, que contrasta con la dulzura y serenidad de su rostro. Este Crucificado era muy venerado por las embarazadas y parturientas, que dirigían a él sus plegarias pidiéndole un buen parto, hecho del que deriva su curiosa advocación del “Buen Alumbramiento”. En su día se veneraba en un retablo ubicado en este mismo lugar, en cuyas calles laterales estaban las pinturas de la Estigmatización de San Francisco y del milagro de Santo Domingo en Soriano, que hoy se encuentran a nuestra espalda, en los pilares de la nave central de la iglesia, así como las tallas de estos dos santos que se verán en el altar del Sagrado Corazón de Jesús.